lunes, 26 de abril de 2010

De un cuadro.


De un cuadro saqué el brillo de la luna reflejado en las estelas del mar;
entre tu mirada y la mía no había mas que sonido, agua tibia y un cuchillo.
Si dediqué horas a mirarte, a tí y al cuadro, sé que no fue por error, fue amor.
Amándote mientras te alejas y se me nubla la vista, ahora la montaña no se ve, ahora la noche se lo lleva todo y a la vuelta de la esquina mi perdición, sin atracción, sin ficción, sin cuadros que me calmen las ansias de vos.
Simulándome perdida, en tinieblas te grité, volvías mil veces y otras mil, arrastrando tus pies contra las baldosas amarillas, grados fríos se colaban en tu abrigo y tus ojos verdes dejaban de reír.
Volverás con tus siete vasos de vidrio que siguen esperando compañía y si empieza a lloverse la casa seguro te acuerdas de mí y de mi mirada enamorada; seguro preparas café cargado para mí cuando se asome el viento del amanecer, y si no aparezco recuerda que nada fue en vano, te dejé mi corazón.

jueves, 22 de abril de 2010

Solamente.

Me lo has puesto demasiado fácil: te odio.

sábado, 17 de abril de 2010

Creer en la libertad.


Siguiendo una estela de recuerdos me pierdo en el mar de mi locura, me gustaría tener apiladas las ideas y saber hacia dónde tirar en cada momento, me gustaría desprenderme de mi ingenuidad, creerme las mentiras y ser estúpidamente feliz.

Siempre que abandono mi sendero tengo un irrefrenable deseo de aparcar una personalidad inexistente y volverme susceptible a un cambio brusco, dañino, mortal, y luego vuelvo a despertar, con mis neuronas entumecidas y mis ideas intactas, vuelvo a ser vulgar…

Quiero arañar el caparazón que me envuelve en este sentimiento de repulsión, quiero escapar de esta realidad que se me antoja patética, quiero creer en la libertad.

viernes, 16 de abril de 2010

¿Despertar?


Estás muy dormido ahora, cuando despiertes tal vez el aire teñido de azufre te intoxique,
no voy a esperar que ocurran las cosas, tampoco las buscaré, son mejores las sorpresas que siempre odié,
no voy a rendirme ante una mueca mal pintada, ni siquiera ante esos dientes afilados que me miran desde el rincón,
tal vez entienda algún día que los rincones los creo yo...

Tenemos momentos, todos se borran, todos se ahogan, pero nadie conoce ese mar,
tenemos prisas y problemas para solucionar, todos lo dicen, yo ya no quiero creer en esas cosas,
¿dónde quedaron las margaritas sin pétalos? en un amor prohibido tal vez...

¿Dónde quedó la valentía del niño que aún no conoce? cuando crece, todo se pierde (y todo duele),
¿dónde se esconden tus consejos sabios? cuando existen... en mi memoria,
debería respirar aire puro alguna vez,
debería dejar de lado las migrañas que madrugan conmigo,
debería despertar.