lunes, 26 de abril de 2010

De un cuadro.


De un cuadro saqué el brillo de la luna reflejado en las estelas del mar;
entre tu mirada y la mía no había mas que sonido, agua tibia y un cuchillo.
Si dediqué horas a mirarte, a tí y al cuadro, sé que no fue por error, fue amor.
Amándote mientras te alejas y se me nubla la vista, ahora la montaña no se ve, ahora la noche se lo lleva todo y a la vuelta de la esquina mi perdición, sin atracción, sin ficción, sin cuadros que me calmen las ansias de vos.
Simulándome perdida, en tinieblas te grité, volvías mil veces y otras mil, arrastrando tus pies contra las baldosas amarillas, grados fríos se colaban en tu abrigo y tus ojos verdes dejaban de reír.
Volverás con tus siete vasos de vidrio que siguen esperando compañía y si empieza a lloverse la casa seguro te acuerdas de mí y de mi mirada enamorada; seguro preparas café cargado para mí cuando se asome el viento del amanecer, y si no aparezco recuerda que nada fue en vano, te dejé mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario